La bistecca perfecta en 5 pasos

Aquí en el Red Garter, nos importa la carne. El Steakhouse abrió en 2001, mucho antes de que se pusiera de moda. Inspirado en el American Diner, aquí puedes encontrar todo lo que se puede asar: bistec, filete, costillas, pollo…

Así que tenemos bastante confianza en poder darte 5 consejos para una bistec perfecta.

El ingrediente crudo. Ya sea un T-bone, un bistec a la florentina o un ribeye, la sustancia no cambia: ¡la carne no se debe comprar en cualquier sitio! Tener certeza sobre el origen y maduración es el primer paso hacia el éxito.

Es cuestión de grosor. «Menos de 4 dedos es carpaccio», dicen en Florencia. Los cuatro dedos son obviamente la medida mínima que un bistec debe tener para aspirar al estatus de «florentino». ¡Pero para todo lo demás también, el grosor es una de las variables que determina el tiempo de cocción!

La temperatura. Si no quieres un resultado «caliente por fuera, frío por dentro», recuerda que la carne debe cocinarse una vez alcance la temperatura ambiente. Sácala de la nevera unas horas antes y déjala reposar antes de emprender el difícil paso a la parrilla.

Sin humedad. La «Reacción de Maillard» es ese proceso químico que forma la jugosa «corteza» en la carne. La humedad no le gusta a Maillard, y por lo tanto tampoco a la corteza jugosa. ¡Recuerda secar el bistec con toallas de papel antes de cocinar, eliminando todo rastro de nuestro enemigo la humedad!

Cocción. Bueno, no te diremos que el bistec se debe cocinar en una parrilla de verdad. Pero incluso si cocinas en una plancha o sartén para parrilla, la temperatura debe estar ardiendo (no tibia, ardiente). Y tampoco te diremos que los mejores materiales, si no cocinas en una barbacoa, son el hierro y el hierro fundido. Y que tu querida sartén antiadherente simplemente hervirá tu bistec, con todo el debido respeto a nuestro amigo Maillard (ver arriba), que ha visto cocido y crudo (especialmente crudo).

Si luego sientes ganas de probar el resultado de todo esto pero eres demasiado perezoso, no te preocupes, ¡siempre hay una mesa para ti en Red Garter!